La relación minería y Chocó es importante, pero el
conflicto que detona es lo más simple, esa torta que la niña le pide a su mamá.
Los niños nunca dimensionan lo que le piden a sus padres, una madre con tal de
satisfacer a sus hijos hace lo que sea, prueba de ello es lo que Chocó hace por
conseguir esta torta.
Los hechos que suceden en esta película cuenta una
historia que puede ser entendida por cualquier persona que no tenga contexto de
la situación del departamento del Chocó.
Es muy simple ver como de un conflicto de violencia intrafamiliar, más la
situación económica tan miserable y la poca fuente de empleo, hacen de Chocó
una mujer que enfrenta las circunstancias de la vida como le caigan.
Es una mujer que soporta mucho y trata de sacar a sus
hijos trabajando, lavando ropa o miniando, lo primero es muy mal pago y lo
segundo, la minería con mercurio es mala para el medio ambiente como para la
salud del ser humano.
Chocó más que sustentar el papel de una mujer de escasos
recursos en la sociedad, es el reflejo del subdesarrollo de una región que es
absolutamente rica. El oro es lo que los hombre perseguimos y es sinónimo de
riqueza, sin embargo, en esta película y en la realidad se centra en lo inhóspita
que es, esta región de Colombia.
Lo que se destaca de la película es la cara de una minería
que casi no se utiliza en nuestro país,
esa artesanal que la hacen personas que
conocen el sentir de la tierra saben que en una mina no puede haber ni
sentimientos de avaricia o ambición, el oro se esconde, asi muchas personas no
lo crean.
Efectivamente pudimos constatar cuando estuvimos en
Puerto Berrio, en la mina de la finca Las Garzas, el jefe de la mina coincidía
con esta teoría.
La pobreza hace que las personas tengan una vida
miserable, sin embargo, cabe destacar
que, el final de la película, muestra una comunidad del departamento del Chocó
que son una comunidad muy alegre a pesar de todo.